Proyecto comedor universitario facultad de CS. exactas y tecnología

FUNDAMENTACIÓN


El comedor universitario como herramienta de fomento al estudio
Sabiendo el nivel socioeconómico del estudiante promedio, entendemos que es importante brindarles el entusiasmo necesario para que estos se sientan beneficiados -premiados- por estudiar (respetando las ideas de educación libre y gratuita dadas por la reforma universitaria). Esto significa que el grado de esfuerzo del estudiante debe recaer en el mayor porcentaje posible al estudio en sí, y no a lo que el estudio acarrea, como ser gastos económicos respectivos a la movilidad, alimentos, etc. Es así como este proyecto organiza los gastos del alumno y lo fuerza a centrar su atención en subir sus notas o, según sea el caso, no discontinuar con su carrera.
Los horarios que la facultad decide para las materias de los estudiantes, muchas veces lo complica, debido a que no tiene (o no desea gastar) dinero para almorzar, lo que provoca que este decida faltar a alguna clase para viajar a su casa o, en el peor de los casos, incluso no almorzar.
El estado anímico del alumno puede verse influenciado por esta situación, que luego de perder el control de su desorganizada rutina, muchas veces prefiere desistir del estudio.
Este tipo de situaciones son las que la Universidad, y en menor escala, la facultad, debe tratar de erradicar. Así es que este proyecto contempla esta y otras cuestiones, algunas de fondo y otras superficiales, que conjuntamente prevén un fin noble, donde se benefician tanto los estudiantes como el prestigio de la universidad y la sociedad en sí.
En los últimos años numerosas investigaciones científicas han venido a corroborar la importancia que reviste una dieta adecuada en el proceso desarrollo de una determinada población. Los buenos hábitos de alimentación junto al estímulo de actividades deportivas se han transformado en dos factores que influyen muy positivamente en la calidad de vida de un número cada vez mayor de personas en nuestra sociedad. En este sentido, los incrementos que se han registrado en el cuidado de la alimentación abarcan procesos que son cada vez más complejos y sofisticados (tanto en la producción y elaboración como así también en el consumo) que vienen a evidenciar la relevancia que han adquirido los mismos y la alta correlación positiva que existe en la satisfacción de necesidades nutricionales y su impacto beneficioso en la salud de la población. Dado que la finalidad de una buena nutrición incide en la preservación de la salud consideramos que un servicio de comedor para la totalidad de la población de alumnos, docentes y no docentes de la facultad requiere ser considerado como una política prioritaria por parte de nuestra Universidad.
Cabe destacar que la cantidad y lo que es más importante aún, la calidad de vida, depende en gran parte de la alimentación que se realice. Sabemos de las dificultades que en materia de alimentación suelen tener nuestros alumnos -quienes representan la mayor parte de la población a la que hemos hecho referencia-. En efecto, muchos estudiantes tienen problemas de alimentación por una diversidad de factores. El principal de ellos, sin lugar a dudas, es el económico pero también sabemos que no es el único.
En la actualidad, el estrés y las obligaciones de la vida moderna -que aquejan por igual a estudiantes, docentes y no docentes- provocan malos hábitos de nutrición y comportamiento que tendrán consecuencias desfavorables en el funcionamiento de nuestro organismo. Los malos hábitos alimenticios: Aunque parezca una paradoja, vivimos en una civilización de abundancia nutritiva y estos malos hábitos pueden afectar a:
  • La cantidad de alimentos ingeridos (es decir, un mayor volumen calórico respecto al gasto físico);
  • La composición de la alimentación (exceso de grasas, azúcares rápidos y sal)
  • La distribución de la alimentación (toma calórica excesiva al final del día o falta de tiempo necesario en las ingestas alimenticias).
Estos malos hábitos pueden acarrear simples desarreglos metabólicos que se pueden ajustar al recuperar mejores costumbres o pueden generar enfermedades que requieren una atención médica ya que implican o dan origen a serios problemas de salud (sobrepeso, trastornos circulatorios o cardiovasculares).
Por lo tanto, conociendo la implicancia de la alimentación en la población universitaria en general y sumado esto a la fluctuante realidad económica -que se percibe como consecuencia de las variaciones inflacionarias que, mes a mes, repercuten negativamente en el poder de compra tanto de los estudiantes como de los trabajadores docentes, no docentes de la FaCET - consideramos que nuestra Universidad debe asumir bajo su control y supervisión el servicio de comedor universitario. Al igual que otras Universidades nacionales que ya lo han hecho en distintos puntos de nuestro país.
Para obtener información sobre los Comedores Universitarios hicimos un rastreo en cada una de las Universidades Nacionales. El listado de universidades se obtuvo de la página oficial de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU).
La información obtenida sobre los servicios de Comedores Universitarios en las treinta y ocho universidades públicas argentinas nos permite observar que:
  • en los últimos años se han emprendido distintas acciones con el objetivo de mejorar el servicio de Comedores Universitarios.
  • algunas universidades han obtenido presupuesto complementario para el funcionamiento de sus Comedores Universitarios.
  • muchas universidades nacionales subsidian con presupuesto propio a los Comedores Universitarios.
  • existe un reclamo en el seno del movimiento estudiantil, como también entre los Docentes y trabajadores No Docentes, respecto a la necesidad de contar con un Sistema de Comedores Universitarios con partidas presupuestarias asignadas para su funcionamiento por el Poder Ejecutivo Nacional.
Cabe destacar que existe bastante información institucional respecto al funcionamiento de los comedores universitarios en las páginas oficiales de las universidades nacionales. Casi la mitad de dichas instituciones publican información general referida al funcionamiento, estructura, precios, carta menú, etc.
Es importante destacar que la información obtenida nos ha permitido estimar el costo promedio del menú básico ó económico estudiantil a nivel nacional, que alcanza los pesos dos con cincuenta y cinco centavos ($ 2,55).
Un dato a tener en cuenta es que en la actualidad el comedor del Campus Universitario de la UNICEN tiene el precio del menú económico por debajo de la media establecida, siendo el mismo de pesos uno con noventa y cinco centavos ($ 1,95).
Concebimos a la autogestión como “el conjunto de prácticas sociales que se caracteriza por la naturaleza democrática de las tomas de decisiones, que favorece la autonomía de un colectivo” y que “califica las relaciones sociales de cooperación entre personas y/o grupos, independientemente del tipo de estructuras organizativas o actividades, dado que expresan intencionalmente relaciones sociales más horizontales.”